“Guionamos todo como en el cine”
Conduce la empresa Lícere maneja las relaciones públicas de buena parte de las principales firmas argentinas y de celebrities de Hollywood y bandas de música que visitan el país.
Valeria Buechele sabe mostrar lo que tienen los demás. En el pequeño y exclusivo mundo de su empresa Lícere maneja las relaciones públicas de buena parte de las principales firmas argentinas y de celebrities de Hollywood y bandas de música que visitan el país. Además, importó de EE. UU. el concepto de “Travel & Leisure”, un servicio premium que se ocupa de conseguir desde el cereal que comen sus clientes que veranean en Punta del Este hasta presentarles chicas a banqueros solteros. Habló con Julia Talevi, de NEWSWEEK.
¿Qué es el servicio de Concierge de Lícere?
Es un servicio relacionado con el esparcimiento y con el valor agregado de nuestros contactos. Nos encargamos de organizar toda la parte social de nuestro cliente, ya sea para agasajar a alguien, para cerrar un deal, o simplemente porque tiene el dinero y lo quiere gastar de esta manera. Después de haber manejado el PR de todos los lugares de moda tenemos los contactos para que nuestros clientes salgan y se diviertan de manera profesional. Esto termina de funcionar muy bien a la hora de impresionar y no sólo en salidas de trabajo, también en la vida privada, nos contratan mucho cuando alguien quiere impresionar a una mujer.
- ¿Cómo funciona?
Te respondo con un ejemplo. Un banco nos contrató porque llegaron 15 de sus ejecutivos más importantes, entonces hacemos todo a medida. Se trabaja mucho con reuniones previas, se hacen muchas preguntas, y después guionamos los eventos como si fuera una película. Nuestro cliente va a tener una reserva en un restaurante pero en el transcurso de la noche van a ir sucediendo cosas que lo van a sorprender. Sabemos que hay uno al que le gusta tomar tal tipo de whisky, que hay otro que está soltero y le gustaría conocer algunas chicas y sabemos el tema preferido de otro banquero que va a sonar en el medio de la noche.
- ¿La salida social termina sirviendo para los negocios?
Sí, el comienzo del boom de los after-office en EE. UU. fue promocionado por las empresas, ya que si sus empleados salían después de la oficina estaban trabajando hasta las nueve de la noche y así eran tres horas más de trabajo, que la empresa no pagaba. Empezaron a ver que en ese momento se cerraban los negocios que no se concretaban durante el día, se entendió que salir no es solamente divertirse y tomar una copa, sino que es una situación distinta para hacer negocios.
- ¿En vacaciones también se trabaja?
Punta del Este es nuestra temporada más alta, ahí usamos todas las técnicas porque los clientes están interesados en mostrarse y en conocer gente, por eso necesitan una productora que solucione toda esa parte social. Trabajamos mucho con fiestas privadas, los primeros días siempre se hace una en la casa y se invita a gente que después les pueda devolver la invitación. Algunos llegan a hacer recepciones en sus casas todos los días. Lo más importante es que siempre hay un porqué y sobre todo un quién es quién.
- Además de las fiestas, ¿organizan algo más?
Todo. El verano pasado, por ejemplo, nos contrató una familia mexicana que, además de conseguirle la casa con cocinera y todo el personal, en los requerimientos previos detallaba hasta a dónde le gustaba salir a cada uno y el tipo de cereal que comía uno de los chicos. Fue un caos, no conseguíamos el cereal por ningún lado, lo tuvimos que mandar a pedir a Buenos Aires para que el chico tuviera el cereal que capaz comió una sola vez. Los primeros diez días del año en Punta son una locura, no podés respirar, estás haciendo algo todo el tiempo, incluso durante la noche.
- ¿Alguna vez no pudieron conseguir algo?
- Ahora nos hicieron un pedido grande de entradas para Luis Miguel y no había más. Querían pagar cualquier dinero, pero hay ciertas cosas que no se pueden y punto. Nosotros les ofrecimos otras alternativas como ir a Rosario, pero no quisieron.
- Lícere trabaja haciéndoles el PR a celebrities internacionales, ¿qué es lo más difícil de organizar con ellos?
La seguridad. Los requerimientos son muy estrictos, los primeros días cuando son artistas como The Police, Robbie Williams, o ahora que vamos a estar con Madonna, es difícil porque ellos vienen con su seguridad y acá se contrata seguridad extra. Cuando vas a algún lugar enseguida se cierran las puertas, el que está adentro se queda y el que no está no puede entrar. Si hay ventanas abiertas se cierran, no se puede sacar fotos, no hay celulares. Es bastante estresante.
- ¿Nunca trabajaste con algún celebrity más relajado?
Hace un par de años un cliente me dijo que iba a venir a Buenos Aires un actor de Hollywood que era un amigo de un amigo que se había peleado con su novia y que quería conocer gente, moverse medio off-the-record. Cuando lo pasamos a buscar era Owen Wilson, y fue un flash porque yo soy re fanática y que estuviera solo con ganas de conocer gente era mucho mejor. En el camino me fui al baño y llamé a un montón de amigas para que todo el mundo fuera a Tequila. El primer día se sintió un poco intimidado, pero después él mismo “encaraba” a las chicas. Eso sí, cuando lo reconocían se juntaba mucha gente y era un lío terrible.
- ¿Qué tienen en común todos sus clientes?
El interés por pe